Norilsk se encuentra en el medio de la nada. Al igual que una muñeca rusa cautiva en Krai de Krasnoyarsk, Siberia, la ciudad está aislada del resto del “continente”, tal y como los 177.000 residentes se refieren a Rusia. Solo se puede llegar en avión o, en verano, en barco por el río Yeniséi.


Norilsk se asemeja a una gran fábrica. Su contaminación anual es equivalente a la de toda Francia. La tundra que rodea la ciudad no demuestra signos de vida. La hierba ha desaparecido, los árboles están debilitados, enfermos, quemados por la lluvia ácida y el aire tóxico.


Muchos habitantes padecen enfermedades respiratorias y problemas en la piel graves, especialmente los niños, a un punto tal que la expectativa de vida es de tan solo 60 años. En comparación con el resto de Rusia, a estas personas se les ha quitado una década.


Sin embargo, para quienes viven allí, Norilsk es de una belleza extrema.

Dirigido por Victoria Fiore
Cámara: Alfredo de Juan
Producción: Elena Chernyshova
Montaje: Florence Kennard, Victoria Fiore

Sonido: Tim Matthews
Gracias: Jodie Clifford, Petr Likholitov, Sergei Diakov, Anna Bigus, Maxim Mezentsev, Natalia Bigus, Leonid, Norilsk Umka ‘Walrus’ Club, Norilsk Nickel, Carl Zeiss Lenses, Bowens
Traducción: Virginia Monti

Entrevista

Victoria Fiore | 99.media

Victoria Fiore Directora

Sentí que había aterrizado en el espacio.
  • Cuéntanos sobre ti, Victoria.


Soy Victoria Fiore, directora italiana. Actualmente vivo entre Nápoles, Río de Janeiro y Londres.

  • ¿Cómo surgió este proyecto?


Estudié ruso en la universidad. Luego, tuve la oportunidad de vivir un tiempo en San Petersburgo y de viajar a lo largo y a lo ancho del país. Cuando terminé mis estudios, una amiga muy cercana que estaba trabajando en una empresa de investigación medioambiental, me comentó sobre una ciudad que estaba siendo investigada por daños al medio ambiente. Inmediatamente sentí curiosidad y decidí averiguar más sobre este lugar por mi cuenta. El hecho de que estuviera cerrado al ingreso de extranjeros y apareciera pixelado en Google Maps lo hacía más interesante. Lograr acceder y descubrir qué se escondía detrás de semejante hermetismo se convirtió en un desafío personal.


Mientras llevaba a cabo la investigación, me encontré con las increíbles fotografías de Elena Chernyshova y me enamoré de la belleza decadente y la magia innegable de esas imágenes. En ese momento supe que me encontraba frente a un proyecto.

Norilsk | 99.media
  • Se dice que Norilsk es una ciudad cerrada.
    ¿Cómo lograste entrar?


Me llevó años, porque se debe pedir un permiso especial a los representantes de la compañía minera en Moscú. Volé a Moscú varias veces para conocer a la persona responsable de mis permisos y, dos años después de haber empezado los trámites, todo parecía perdido. De los cinco miembros del equipo, dos habían sido rechazados sin motivo aparente y sin explicación de quiénes eran esos dos. Solicitamos el permiso de muchas maneras hasta que, un día, nos rechazaron oficialmente.

 

Llamé al director del departamento de prensa de la compañía minera todos los días, incluso en Navidad y Año Nuevo, hasta que, finalmente, me llamó desde otro número y me dijo: “Ven la próxima semana o no lo obtendrás”. Se me había vencido el pasaporte, y todos los demás estaban ocupados, pero hicimos todo lo posible por conseguir un pasaporte exprés y los documentos de la visa para, finalmente, ingresar. ¡Fue una odisea!

“Me atraen los lugares
cuya perfección está en sus defectos.”
  • Cuéntanos sobre el rodaje.


Mientras estábamos allí, los representantes de la compañía minera aparecían cada tanto para controlarnos y, si bien fueron muy amables e incluso nos entregaron obsequios y nos llevaron a recorrer la mina, su presencia implicaba que, para escapar de su vigilancia, teníamos que registrar escenas, como la del bosque de árboles muertos, a las 5:00 a. m.

 

Lamentablemente, una vez que nos fuimos, uno de los protagonistas fue arrestado, pero fue liberado tan pronto como se presentó el film. Creo que deben haberse dado cuenta de que nuestro film no tenía como objetivo poner a nadie en riesgo ni denunciar nada en particular. Sencillamente dejamos que las personas que conocimos en el proceso contaran sus propias verdades.

 

Estuvimos allí unas dos semanas: Alfredo de Juan, director de fotografía español, Elena Chernyshova, la increíble fotógrafa ruso-francesa, nuestro productor y técnico local, y yo. Si bien era primavera, aún hacía menos veinte o treinta grados. De todas maneras, solo tienen frío aquellos que no se abrigan bien, ¿verdad? Filmamos todo con una Canon 5D, una variedad de lentes Zeiss y un bolso repleto de baterías, ya que duraban muy poco en el frío.

 

Nunca había estado en un lugar tan árido, tan blanco, con edificios de diferentes tonos de neón y olor a azufre, lo que claramente demuestra que te encuentras en un lugar que no se parece a ningún otro, de otro mundo. Sentí que había aterrizado en el espacio.

 

Me atraen los lugares cuya perfección está en sus defectos y Norilsk era particularmente representativo de ello. Me maravillaba la calma al interior de su caos, la luz de la hora mágica flotando en torno al humo de las chimeneas, el azul ártico contrastando con los abedules quemados. Gracias a la sensibilidad cinematográfica de Alfredo, los objetos inanimados parecen cobrar vida y respirar, y el diseño del sonido y la ausencia de música permiten que esos sonidos se filtren tímidamente.

Norilsk | 99.media
  • Los residentes no deben estar habituados a encontrarse con extranjeros.
    ¿Cómo te recibieron?

Tengo una anécdota graciosa: Alfredo, nuestro director de fotografía, es español y tiene un aspecto bastante mediterráneo. No habla ruso. Fuimos a la tienda local a comprar leche, y el asistente y otra muchacha comenzaron a filmarlo, ¡emocionados y asombrados de ver a un español en su tienda! Nos trataron muy bien, muchos estaban asombrados de que nos hayamos aventurado hacia los extremos del Ártico, especialmente los nadadores de lagos, llamados “morsas”, quienes nos invitaron con numerosos chocolates y coñacs en sus saunas. Nos compraron esturiones frescos, que comimos con las manos, y pasamos unas noches árticas increíbles. Incluso los representantes de la mina que nos recibieron nos demostraron que, a pesar de nuestras preocupaciones, todos fueron muy amigables y hospitalarios con nosotros, los extraños visitantes.
  • En Norilsk, la expectativa de vida es muy baja y la contaminación es muy evidente. Sin embargo, hablas con algunos habitantes bastante pasivos o que incluso suenan optimistas o parecen embelesados, a excepción de los niños.


¿No tienes la sensación de que cuando todo es demasiado difícil de sobrellevar, como la pandemia, en ocasiones es un poco más fácil dejar que pase inadvertido y quizás hacer de cuenta que no existe? Todos necesitamos desarrollar mecanismos de supervivencia para enfrentar las dificultades de la vida, y creo que este es el resultado de décadas de vivir en tales circunstancias. Simplemente vives con ello y te enfocas en lo positivo.


Sin dudas, el activismo y el reconocimiento de lo que está mal a nuestro alrededor es fundamental para resolver problemas, y esto es lo que está haciendo Vitalii, pero no es para todos, no todos tenemos la energía para hacerlo y no debemos juzgarlo. Aman el lugar donde viven porque viven allí, y creo que hay belleza e integridad en ello.

Norilsk | 99.media
  • ¿Cómo perciben los habitantes de Norilsk el resto de Rusia (“el continente”) y su propio aislamiento?


En realidad, los habitantes de Norilsk parecían estar bien conectados con el resto de Rusia. Muchos de ellos, como parte de los beneficios de vivir allí, tienen largas vacaciones fuera de la ciudad, en la capital o en los pueblos costeros, por lo que suelen viajar mucho, y no los vi tan aislados como parecieran estar.

  • ¿Qué proyectos tienes en este momento?

Mi primer documental de largometraje, NASCONDINO, filmado en Nápoles, mi ciudad natal, se estrenará el 10 de octubre en el Festival de Cine de Londres, donde competiremos en la categoría de mejor documental. Luego, estaré trabajando en un guion de ficción llamado AIDA, también basado en Italia. Después de pasar años viajando, estaré trabajando más cerca de casa.
  • ¿Tienes algo para decir sobre 99 y el hecho de que tu film se subtitulará en muchos idiomas?


Estoy muy agradecida con todas las personas de 99 por hacer que La ciudad invisible llegue a una audiencia más amplia y por conectarnos con el lenguaje universal de las historias.

¡Gracias!

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