Enclavada en el centro de Belgrado, la pequeña isla Ada Međica del río Sava tiene un solo habitante. Adem vive rodeado de naturaleza, de rosas, y alejado del ajetreo de la capital serbia y de las 1.2 millones de almas que la habitan.
Sin embargo, aún lamenta la muerte de su hija, Ivana.
¿Podrá el tiempo llevárselo todo, como el río Sava?
Dirigido por Ivana Todorović
Cámara: Maša Drndić
Montaje: Marija Kovačina, Jelena Maksimović
Sonido: Radiša Cvetković, Ivan Antić
Colorista: Milica Drakulić
Música: «Oj Moravo», Pera Joe
Agradecimientos: Adem, Srdan Keča, Ružica Todorović, Vera Gojković, Iva Radivojević, Marela Kovačina, Milina Trišić, Tika Taka Vege, Dragan Von Petrović
Traducción: Abdelraheem Kheiravi, Jodie Clifford, Virginia Monti
Entrevista
Ivana Todorović Directora
“Me resulta desafiante filmar cortometrajes.
¿Cómo lograr un film fuertemente emotivo
en menos de 20 minutos?”
- ¿Podrías presentarte?
Soy de Belgrado, Yugoslavia, actual Serbia. Hago cortometrajes con temáticas socialmente cautivadoras. Estoy enamorada del cine, me interesan las personas y me gusta encontrar maneras de abrir el diálogo en la sociedad.
Comencé a filmar películas en mi barrio de Belgrado y, desde entonces, siento que hago películas sobre mis vecinos. Sentí lo mismo cuando viví dos años en Nueva York y filmé allí.
Me resulta desafiante filmar cortometrajes; ¿cómo lograr un film fuertemente emotivo en menos de 20 minutos? Hasta ahora, filmé 8 cortometrajes y estoy preparando otros dos. Aún me motiva la forma breve. Mi último film fue mi primer cortometraje de ficción y también disfruté trabajar con ese género.
- ¿Cómo empezó este proyecto? ¿Cómo conociste a Adem?
Conocí a Adem hace diez años en la isla Ada Međica. Esta isla se encuentra en mi vecindario y me encanta pasar el tiempo allí. Cuando lo conocí, decidí enfocarme en él en un documental de estudiante para los Ateliers Varan de verano en Belgrado (parte de la escuela de cine documental de Jean Rouch con sede en París).
Estábamos aprendiendo a narrar historias en formato de documental breve, y decidí contar la vida de Adem, la de un musulmán proveniente de Bosnia que actualmente vive en la isla. No quedé muy conforme con el resultado, por lo que nunca lancé la película. En los años siguientes, visité a Adem y también me hice muy amiga de su hija, Ivana.
Sabía que su hija tenía problemas de depresión. Unos meses después del suicidio de Ivana, mi padre murió de un tumor cerebral. Estaba muy triste. Un día, fui a la isla a visitar a Adem. Estábamos hablando sobre la pena y cómo vivir con ella a diario. Mientras hablábamos de ello sentados en su casa, me di cuenta de que debía contar esta historia: cómo un padre lidia con el dolor en su vida diaria. Era una emoción que yo también compartía, la pena por haber perdido a mi amiga y a mi padre, por lo que hacer esta película fue una experiencia emotiva para ambos.
“Quería que la audiencia tuviera espacio
para merodear con su propia tristeza.”
- ¿Qué puedes contarnos sobre Adem?
Adem nació y se crio en Bania Luka, Bosnia. Después de casarse, se mudó con su pareja a Belgrado. Dado que en Bania Luka había vivido cerca del río Drina, cuando conoció la isla Ada Međica en el río Sava, inmediatamente se sintió como en casa.
Cuando comenzó la guerra en Bosnia, muchos familiares de Adem se mudaron a Suecia. Él y su hija Ivana se sintieron devastados por la guerra y tuvieron problemas en Belgrado por ser musulmanes. Adem alojó en la isla a amigos refugiados de Bosnia. También tenía muchos buenos amigos en Belgrado, serbios que lo ayudaron, y es por eso que se quedó a vivir en Belgrado.
Adem es el único habitante de la isla, otras personas van allí a sus casas de fin de semana. Él tiene su casa en la isla, un patio y un cobertizo para botes. También tiene una minitaverna en su casa, donde se reúnen sus amigos y huéspedes ocasionales de la isla. Él les cocina y pasan el tiempo y cantan. Generalmente, son reuniones de personas de toda la antigua Yugoslavia.
Adem tiene una personalidad maravillosa, es risueño, gracioso, y le encantan las personas, por lo que siempre hay algún huésped en su casa. Le encanta contar historias y es un gran orador. También disfruta de la soledad, los momentos en que puede leer libros y escuchar música, principalmente en el invierno.
- Al final del film, Adem abraza un árbol. Belgrado es una ciudad grande y, sin embargo, Adem parece vivir rodeado de verde. ¿Qué lugar tiene la naturaleza en la vida de Adem?
La naturaleza es muy importante en la vida de Adem. Él dice que es por eso que aún sigue vivo. Sus árboles, sus rosas, el río… Respira naturaleza. Cada mañana, sale a pasear con su perro y a abrazar árboles. Al menos dos veces al día, sale en su bote para cumplir con obligaciones, hacer compras, llevar a sus amigos…
- El film es lento, está compuesto por tomas largas, amplias e inmóviles. El sonido tiene un rol importante. Se escucha el viento, los pájaros, los grillos, el río, el crepitar de la leña en el fuego… ¿Cuál fue tu intención, desde el punto de vista narrativo y estilístico?
Nos llevó mucho tiempo encontrar el estilo de este film. Sabía que debía ser lento, dado que la tristeza es un proceso lento y, en medio de las actividades diarias, nos perdemos en los recuerdos. Es por eso que Adem divaga en recuerdos, expresados en la voz en off, mientras trabaja.
Quería que la audiencia tuviera espacio para merodear con su propia tristeza. En la pena hay tristeza. Aun así, la vida tiene muchísimos momentos bellos. Por eso, el encuadre del film era muy importante. Buscábamos cosas bellas.
Tuve el honor de trabajar con Maša Drndić, de Rijeka, Croacia, como director de fotografía. La estructura narrativa del film sigue un día en la vida de un hombre. Dado que habíamos planeado usar tomas largas y fijas, queríamos que el film tuviera una forma muy simple.
El sonido tuvo un tratamiento equivalente al de la imagen. La audiencia debe sentir la presencia de la isla por completo. Tuve la fortuna de poder trabajar con Radiša Cvetković, en el sonido, y con Ivan Antić, quien se ocupó de la posproducción de sonido.
- Adem parece estar muy solo y aislado. Pero luego, lo vemos rodeado de amigos, tocando instrumentos, bebiendo. Ese paréntesis musical es hermoso, emotivo, y contrasta con el silencio en el que parece vivir. ¿Puedes contarnos más sobre esta escena particular?
La pena es un sentimiento que llevamos con nosotros a diario, pero también hay momentos maravillosos que nos alejan de la tristeza y nos hacen olvidar un poco de cómo nos sentimos. Los amigos de Adem suelen tocar música para él con frecuencia. Estos momentos suceden por la noche. Adem disfruta el momento y luego vuelve a quedarse solo con sus pensamientos y sentimientos… al igual que todos nosotros al final del día.
Para filmar esta escena, tuvimos que preparar una buena iluminación, por lo que hicimos que Adem se pusiera de acuerdo con sus amigos para que vinieran a tocar. Tocaron toda la noche y pudimos capturar varias horas de filmación. Elegimos los momentos más emotivos.
Esta escena era el clímax del film, por lo que era importante que se viera bien.
- ¿En qué estás trabajando ahora?
Estamos terminando un documental breve de cine de realidad sobre los últimos días en las vidas de los caballos. Transcurre en el único santuario de caballos de los Balcanes. También estamos editando un ensayo documental breve sobre la fragilidad del cuerpo de una mujer en un hospital ginecológico. Además, estoy escribiendo una historia para un cortometraje de ficción.
- ¿Tienes algo para decir sobre 99 y la posibilidad de contar con subtítulos multilingües en tu film?
Es un honor, tanto para mí como para mi equipo que una nueva audiencia pueda ver el film en su propia lengua. Espero que lo disfruten. Les agradezco por esta oportunidad.
Además, si alguna persona ve el film y luego viene a Belgrado, debe visitar la isla Ada Međica y a Adem. ¡Es un excelente anfitrión!